DULCE COMO LA MIEL
Dulces dos luceros el Señor en su rostro dibujo.
Son dos perlitas que miran con dulzura y amor.
Entre sus manos cansadas por los años
recorridos se mueven unas perlitas.
Son las perlitas de María la Madre de Dios.
Usted es la rosa del jardín de Dios es la Madre que mira florecer el fruto de su amor.
Su jardín tiene rosas y un clavel que Dios le regaló.
Ellos son el reflejo de su esmero, amor y dedicación.
Amparando y levantando va rezando con amor,
en los momentos de tristeza y preocupación,
se escucha un murmullo rogando al Creador.
Son los labios de Amparito rogando a Dios.
Así de bella es la rosa que un día Dios
puso en mí camino.
Tiene dos bellos ojitos que me miran con ternura y amor.
Rezar y orar es su día como el canto del toro, voz que desde las Ave Marias a todos nos da su bendición.
Amparito es su nombre es la hija de Dios alza sus ojos al cielo diciendo gracias Señor.
Con dulces palabras como la miel pronuncian
Santa María Madre de Dios Ampara a tus hijos de
San Salvador y a todo el mundo dales su bendición.
Hoy digo gracias Señor por Amparito la sierva de Dios.
Dedicado a usted hermanita Amparito.