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La Comunidad


“La vida es para buscar a Dios. La muerte, para encontrarle. La eternidad, para poseerle”

J. L. Rey

El mes de junio estuvo muy cargado de celebraciones y de acontecimientos familiares para los Ayala. Entre ellos dos aniversarios de bodas de la familia, mi cumpleaños y la celebración del día del padre.

Han sido días intensos y calientes, porque la temperatura ha subido mucho en la provincia, al extremo que al final del día uno se siente más cansado de lo normal. Pero con todo y todo, hemos asistido a muchas actividades, tanto familiares como comunitarias.

Entre estos eventos, asistimos a uno que cambió todo el panorama, pues una persona miembro de esta comunidad falleció, la que en vida fuera, Elba Espinoza, quien fue escogida el año 2008, como una de las “Mujeres del Año” por revista Spanglish, pero en esa oportunidad Elba no se pudo hacer presente a la entrega de su trofeo, por cuestiones de salud, el trofeo se le envió, pero lamentablemente se extravió. Para el año 2012, tuvimos la dicha de contar con la presencia de Elba y le entregamos un Certificado, que la ratificaba como una de las “Mujeres del año”.

En su perfil destacábamos que Elba nació en Armenia, El Salvador, un 8 de mayo. Fue la segunda de tres hijos. Su hermano se llama Carlos, y su Hermana Enoe.

Desde pequeña, Elba tuvo una personalidad que no podía soportar la injustica, el maltrato físico y mental hacia ninguna persona. Elba se caracterizó por ser una defensora de los derechos humanos.

Estudió para ser maestra y trabajó en esta profesión por 22 años en diversas ciudades en El Salvador.

Dentro de sus actividades sociales estuvo la de establecer el sindicato de ANDES 21 de Junio y por este trabajo fue capturada en la escuela República de Panamá en San Salvador, El Salvador.

Durante una amnistía fue enviada hacia México, donde vivió 14 meses.

Llegó a Canadá en el año de1984.

En Vancouver se incorporó a la Misión Católica Hispana donde trabajó como voluntaria por muchos años, ayudando a nuevos inmigrantes a establecerse en Canadá. También ayudó a recaudar fondos para la comunidades marginales de El Salvador por medio de una organización llamada CEBES.

Desde el año 2003, estuvo trabajando con el FMLN en Vancouver, recaudando fondos para proyectos municipales en El Salvador, dirigidos por esta organización. Aquí en Vancouver, siempre se le veía ayudando en actividades a favor del prójimo.

Por todas esas cualidades y otras más, la Revista Spanglish le confirió el reconocimiento, como una mujer excepcional.

Le sobrevive aquí en Vancouver, su único hijo Adonay Espinoza que la atendió hasta el último momento con mucha responsabilidad y amor.

Nuestro sentido pésame a su hijo Adonay y a los representantes del FMLN en Vancouver, que la quisieron, atendieron y respetaron mucho. Descanse en paz, Elba Espinoza.

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