Actuar Con Valentía
A través del tiempo he admirado a las personas valientes que dan lo mejor de ellos, que tienen el valor de alzar su voz ante la injusticia, que no son tibios, ni convenencieros ante las circunstancias de la vida. Por ello, hoy les comparto una interesante narración de Jessica Oliva, que habla de la valentía.
Cuando escuchamos la palabra “valentía” nos vienen a la cabeza una serie de imágenes, propias de las películas de Hollywood, que generalmente tienen que ver con un caballero de armadura, un soldado en la guerra, con Brad Pritt en "Troya" o Silvester Stalone en "Rambo"
No obstante, el valor es una virtud que va mucho más allá que esto. Tiene cabida en nuestro diario vivir, en nuestro trabajo, en nuestra escuela y, sobre todo, en nuestra familia. La virtud del valor no es algo que sólo se ponga en práctica en momentos de guerra o de peligro externo: en el ambiente hogareño hay un sinfín de oportunidades para ser valiente, aún cuando no sean situaciones que generalmente consideraríamos como dignas de un héroe de epopeya.
Tener valor consiste en afrontar las situaciones con firmeza, a pesar de la turbación y de la duda. Es comprender que existen cosas más importantes que el miedo, que la vergüenza y que el ridículo. Qué mejor lugar para ponerlo en práctica que el hogar, con las personas que nos son incondicionales.
¿Cuándo se es valiente? Existen varias situaciones en familia que no se podrían solucionar correctamente si no se practica esta virtud. Una oportunidad para ser valiente es reconocer un error: el valor significa aceptar que se ha cometido una equivocación. Si un miembro de la familia tomó algo que no era suyo, si perdió o rompió algo importante para alguno de sus padres o hermanos, será valiente si acepta su falta y se hace responsable de sus actos.
Probablemente habrá represalias, enojos, incluso hasta castigos; sin embargo, siempre es mejor decir la verdad. Las mentiras son como un pesado laberinto: una vez que entras, es difícil salir.
Una persona también es valiente en su hogar cuando no espera a que todos a su alrededor manifiesten sus posturas y opiniones para expresar la suya. Defiende cortésmente sus convicciones y respeta las del resto de su familia. No es convenenciero: no toma partido por el más fuerte a la hora de las discusiones de la casa y defiende a aquel que ha sido víctima de una injusticia, para llegar al mejor consenso para todos. El valor en familia también se muestra en momentos de crisis, de dolor.
La valentía se traduce en la fortaleza para permanecer juntos, aún en las circunstancias más adversas de la vida. Los miembros valientes siempre lucharán por la unión de su hogar, porque saben que sólo así podrán hacer frente a la tristeza, a los conflictos, al dolor y a la muerte.
La virtud del valor se caracteriza por estar enfocada hacia un ideal. Los verdaderos héroes son capaces de entregar el alma y su propia vida con tal de defender una buena causa. En este sentido, una familia es valiente cuando ésta es fiel a sus principios, cree en ellos y enseña a sus hijos a defenderlos.
Otro caso de valentía en la familia es el sacrificio por el otro, así como la capacidad de entregarse sin reservas a los seres queridos. No es fácil enfrentar el sufrimiento de un padre, de una madre, de un hermano o hijo. Se necesita de gran fortaleza para ver por un familiar que ya no puede valerse por sí mismo, ya sea por estragos de la edad o por enfermedad.
Atreverse y superarse son otros dos ejemplos de valor en familia. No se trata sólo de intentar cosas nuevas sin sentido, se trata de instaurar en casa una cultura de superación. Una familia valiente aprovecha las oportunidades que la vida le pone en frente, se arriesga, se actualiza, se prepara. Se pone retos cada vez más altos.
Finalmente, unos hijos y padres valientes están conscientes de sus sentimientos y se expresan su amor. La familia valiente es honesta, no se dejan apabullar por la vergüenza o por el miedo al ridículo, confiesan sus emociones y despojan sus corazones de máscaras. Se dejan ver tal y como son.
Amigos lectores, en síntesis, el valor significa mantenerse firme, sin dejarse llevar por lo que los demás hagan o digan; ser valiente es vencer el miedo, alzar la voz ante la injusticia y hablar con la verdad. Entregar todo lo que somos y tener la esperanza de que con ello dejaremos huella en este mundo. Hasta la próxima.
Sentimientos del corazón
Papá, escudo de fortaleza
PAPÁ...
Con el correr de los años y tu visión
tus ocho hijas aprendimos de ti
a enfrentar un mundo real.
No nos pintaste el mundo color de rosa
nos enseñaste a ver la vida con objetividad
y aprendimos que la vida está llena de obstáculos
que hay que vencer para seguir adelante.
La vida es un aprendizaje constante
y al ir creciendo y madurando
nos dejaste resolver nuestros tropiezos
para que aprendiéramos de ellos.
Fuiste un papá exigente
y nos enseñaste a no rendirnos;
nos diste los elementos necesarios
para desarrollar nuestros mejores valores.
Desde niña fuiste el primero en creer en mí
siempre lo tengo presente ante los retos;
es importante, muy importante que crean en ti.
Ahora, yo creo en mis hijos y los apoyo.
Recuerdo nuestras largas conversaciones.
Fuiste un papá luchador de conducta bien hecha
siento tu esencia, es como un escudo de fortaleza
que me protege y me acompaña.
"FELIZ DÍA DEL PADRE"