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Budapest


El reloj de la demacrada pared marcaba las 4:20. En la mesita de centro yacía una cajita metálica con los utensilios para armarse un porrito. Charly se da a la tarea. Estamos sentados en el salón de su piso. El sitio es amplio, dos recámaras con altos techos, a una de las habitaciones solo tiene acceso por medio del baño, es extraño pero afortunadamente no es la nuestra. El retrete tiene su propio cuarto así como la cocina su propia puerta. El clima afuera está que cala, va cruzando la barrera de los cero grados. Es invierno en Budapest. ¨"Bueno un porrito y salimos a cenar" nos dice Charly con acento argentino... Salimos a disfrutar de la ciudad al ocaso que ya se dibujaba sobre el río.

Budapest es una ciudad majestuosa atravesada por el Danubio que la divide en Buda y Pest. Buda es la parte de las montañas, algunos dicen que es más bonita y donde más dinero se mueve, pero Pest tiene partes fenomenales también y bares por doquier. Llegamos a la urbe más grande de Hungría una tarde invernal a la estación de Nepliget, la del norte de la ciudad. Ahí fue donde vimos a Charly, en uno de los múltiples Sörözö o cervecerías. En realidad el nombre verdadero de Hungría es Magyarórszag, que como su idioma, es bastante complicado. Con un munchies feroz degustamos uno de los platillos menos conocidos, pero de lo mejor del mundo, olvídense del goulash, la sopa de pescado de río tipo Szegedi es una delicia culinaria que cuando estás bajo la influencia de la marihuana te provocará un orgasmo gustativo.

Al día siguiente nos dirigimos, hacia el oasis urbano, el pulmón de la ciudad: La Isla Margarita. Se llega por el Margit Hid, que es uno de los hermosos puentes que conecta Buda con Pest, nosotros estamos alojados en Pest, cerca del río. El parque-isla está rodeado por el río y tiene una extensión de dos kilómetros y medio de largo y un kilómetro cuadrado. Es aquí, en uno de sus prados verdes, donde se lleva a cabo la protesta del Million Marihuana March que cada año reúne cientos de húngaros en Mayo que se juntan para pedir más libertad a su gobierno. Las marchas generalmente son toleradas aunque nadie fuma hasta que la noche los oculte, ya que la policía con el pretexto de garantizar la seguridad de los fumetas siempre crea un cerco policial, con vallas y todo, y como en un cardumen en alta mar, siempre caen dos o tres por posesión al salir de la isla. En la isla Margarita, llamada en honor a la princesa Margarita de Hungría (1242- 1270), se lleva a cabo el internacionalmente famoso festival de Sziget que cada año junta luminarias del rock que deleitan a la juventud que llega de todo el mundo cada verano.

Al día siguiente me reúno con mi amigo Tamás Kardos, un activista que trabaja en una organización no gubernamental pro derechos humanos llamada TASZ o Hungarian Civil Liberties Union (HCLU) en inglés. TASZ se fundó en 1994 y desde sus primeros momentos inició su programa de política de drogas. Como ONG independiente, HCLU no acepta apoyo del gobierno ni de ningún partido, así puede mantenerse independiente y libre de prejuicios en sus críticas y sus recomendaciones. Damos un paseo con Tamás por otro lugar súper recomendable para ir marihuano, el City Park o Varosliget Napozoret que colinda con la famosa plaza de los héroes Hősök Ter donde hay unas estatuas monumentales de los mártires y guerreros que dieron libertad y grandeza a los húngaros, casi todos se llaman Lajos, Istvan o Arpad.

La ciudad está vestida de blanco y del cielo siguen cayendo más y más copos de nieve que también nos van revistiendo de este color, nuestras huellas se dibujan en la nieve donde el verdor característico del parque ha desaparecido por completo. El humo del porro se confunde con el vaho de nuestra respiración.

10 grados bajo cero

Frío inclemente. Una oleada gélida demencial. Nos tardamos tanto en vestirnos que nos agarra el año nuevo preparándonos para salir, eso aunado a un Palinka sabor ciruela y un porro alimonado nos ha retrasado. La capital es cosmopolita y se respira un aire liberal a pesar del gobierno nacionalista de Viktor Orban, que mandó construir una cerca en la frontera para evitar que los refugiados sirios e iraquíes pasaran por Hungría. Sin embargo, la juventud húngara se rebela manifestándose de varias formas, no solo en los bares y la vida nocturna que es amplia y para todos los gustos (desde heavy metal hasta salsa). El satírico Partido del Perro de las Dos Colas, comandado por estudiantes de diseño han tapizado las calles de grafitis al estilo Banksy mofándose de las políticas gubernamentales, siendo su última crítica anuncios espectaculares en las calles haciendo burla de las políticas anti migratorias. "Hay un nuevo partido político húngaro que se llama Cuarta República (o simplemente: 4K!), el cuál en 2013 declaró su programa para legalizar el uso, producción y distribución de marihuana en Hungría y tener ganancias después de su venta. En noviembre 2013, hicieron un comunicado de prensa frente del edificio del Ministerio Interior para explicar las ventajas de la legalización. Un mes después, el presidente del partido fumó un porro afuera del edificio de la Oficina Nacional de Impuestos y simbólicamente dejó el precio del impuesto de 1 gramo de hierba para demostrar que esto podría ser una fuente importante de ganancias para el Estado." nos refiere anecdóticamente nuestro amigo Kardos..

Budapest es un destino turístico por excelencia. Es una ciudad monumental con casi dos millones de habitantes, una ciudad museo cuyo skyline es impresionante. Entre los edificios que se pueden disfrutar está el parlamento, los puentes, el castillo de Buda. De noche todos se visten de gala con las luces que los dibujan. Vale la pena subir a la citadela y la zona de museos en Buda donde se encuentra el castillo o palacio de Buda, desde ahí se puede ver un Pest impresionante al otro lado del Danubio. Bajando de nuestra aventura quedamos con Tamás en el BAM, un cine bar donde hay unos gitanos tocando en vivo.

¨"Los de 4K! mencionaron hace poco que querían hacer una campaña para el uso medicinal de cannabis, pero todavía no han salido con ella. Nosotros en TASZ www.hutasz.hu tenemos programas para ayudar a las personas vulnerables, como los adictos a drogas duras, personas con discapacidad y enfermos con SIDA. Últimamente tenemos una crisis, porque ahora que aparecieron las drogas de diseño, los adictos que antes consumían anfetaminas, ketamina y heroína empezaron a usar estas nuevas drogas. Ahora necesitamos más servicios de reducción de daños e intercambio de jeringas ya que los dos centros más grandes de Hungría fueron cerrados por el gobierno."

Los húngaros siguen luchando y manifestándose por tener más libertad en todos los ámbitos. En TASZ tienen un programa de política de drogas que lucha contra la estigmatización y los prejuicios. "Varias veces tenemos casos contra los abusos policiales. Antes habían varios casos cuando hacían redadas en fiestas de música electrónica y empezaban a hacer test de drogas a los visitantes. Igual hacemos campañas para distribuir información científicamente correcta y popularizar los servicios de reducción de daños en fiestas y para los consumidores de drogas inyectadas; debatimos con los políticos y organizamos conferencias sobre la actualidad de las políticas de drogas. Logramos ya hace mucho que los medios siempre nos pregunten en los casos recientes sobre drogas, así que podemos formar la opinión pública."

Fue una pena dejar Budapest, no pudimos ir a los famosos baños de aguas termales ni agarrar uno de los tours anfibios que van por el Danubio, pero si pudimos tocar música en un rastro abandonado, visitar los mercados y comer Kolbász y demás delicias húngaras.

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