Gracias Señor
- Javier Gil
- Jan 2, 2016
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Cuando en el cuarto día del mes de diciembre del año 2005, arribé a la edad que me permitió cobijarme bajo la frondosa sombra de ese árbol generoso, que se llama “edad de retiro”. Justo la noche antes de la llegada de ese tren a la estación numero 65 de mi vida, escribí desde el fondo de mi alma unos versos que titulé “Mi Oración” y que hoy, bajo el título de “Gracias Señor”, les comparto convertidos en prosa, al arribar a otro puerto de mi existencia, para iluminar el faro número 75 y desde donde puedo dar fe del amor de Dios en todos los momentos de mi caminar. ¡Gracias Señor!
Gracias Señor por el Don de la vida… Gracias Señor por mi papá y por mi mamá, gracias por ese suelo que me diste al que llamamos patria…la patria que acunó todos mis sueños, la que me da identidad y pertenencia, la que siempre acompaña los años de mi vida, la que siempre acompaña mis distancias… Gracias Señor por mi infancia y mi niñez…que aunque con penas y limitaciones, guardo de esos momentos los más bellos recuerdos…todas las travesuras y todo aquel entorno que le daba a mis años un sabor de aventura… ¡como recuerdo el pueblo con sus noches de luna! ¡Las fiestas patronales con cohetes y marimbas! El cantón, el barrio, la cuadra, los patojos, la lluvia, los juegos, la escuela, los primeros amores…las primeras canciones…
Gracias Señor, por esa juventud que se enfrentó a la vida con firmeza, por la energía que pusiste en ella para no doblegarme en las flaquezas y estar consciente de que fue tu gracia, la que me dio el coraje, la fuerza y la salud y el amor al trabajo, que venció a la pereza, para llevar tu pan bendecido a la mesa…
Gracias Señor, por esa compañera que me diste para que acompañara mi existencia, pues ella ha sido, Señor, un gran apoyo con su amor, su alegría y su paciencia en el justo momento de vencer los escollos. No cabe duda que la vida es una escuela donde aprendemos juntos cada día… Gracias Señor por todos nuestros hijos, son fruto del amor que tu nos diste, para ir dejando huellas en el suelo y así se multiplique la familia, que ahí donde los ves, ya nos dieron el titulo de abuelos…
Gracias Señor, por todos los amigos que me has dado, gratos recuerdos de ellos guardo aquí en el alma, de experiencias y encuentros que han pasado, que aunque fuertes parezcan muchas veces, nunca Señor -gracias a ti- me han robado la calma y claro que quisiera, que ellos guarden de mi un recuerdo de paz, de este amigo que añora el abrazo fraterno, el abrazo del alma…
Gracias Señor, por compartir conmigo de tu propia experiencia, por caminar conmigo tu ruta de migrante, porque tú me llevaste por nuevos derroteros, eran otros caminos, eran otros senderos, eran otras culturas, eran otros parlantes, pero no me dejaste, anduviste conmigo como buen caminante.
Gracias Señor, porque en tierras extrañas, con tu mano segura condujiste mis pasos, me diste la confianza que da el padre a sus hijos, allanaste el camino, miré con fe el futuro, pusiste en mi destino no tarea cualquiera, pero en mi corazón actitud responsable, y con esa certeza de tu fiel compañía pude hacer realidad mi sueño inalcanzable…
Gracias Señor, por permitirme llegar a esta nueva etapa de mi vida, pues todos estos años tú has estado presente en este trajinar de mi existencia y que aunque yo no te haya descubierto muchas veces…tu mano ha estado ahí, con amor y paciencia…
Gracias Señor, porque conociendo mis limitaciones, nunca me diste una tarea más allá de mis capacidades y por esa alegría de mi corazón para cumplir feliz con mis obligaciones…
Finalmente te doy gracias Señor, por todo lo que tengas preparado para mí, al iniciar el camino de mi tercera edad. Solo te pido que me des Señor, un corazón paciente y compasivo con todas las personas…y muy especialmente con ese bello regalo que me diste: Mi Familia. Amén.
Con el afecto de siempre los abraza el Abuelo, deseándoles muchas felicidades y éxitos en el nuevo año 2016